Los retos del liderazgo internacional
Las claves del liderazgo auténtico
El baile de los tres pasos

Para resolver un conflicto, prueba el baile de los 3 pasos.
Los conflictos son parte integrante de nuestras vidas. Surgen inesperadamente, tanto en nuestra vida personal como profesional, en el momento de tomar decisiones importantes, así como en situaciones cotidianas.
En general, el conflicto surge cuando hay intereses, necesidades o valores divergentes, lo que provoca tensión o confrontación entre las partes implicadas.
Es la actitud de las distintas partes la que determinará cómo se desarrolla el enfrentamiento y si se resuelve.
En este artículo propongo un método en tres etapas para afrontar y resolver los conflictos.
De la pasividad a la agresividad
Ante un conflicto, las personas suelen adoptar una actitud competitiva. Se dejan tentar por el deseo de “ganar” la discusión, aunque ello implique volverse agresivos, verbal e incluso físicamente. Por desgracia, en este comportamiento habrá un ganador y un perdedor. Y el mayor perdedor es la relación, que suele resultar dañada por estos enfrentamientos.
Una actitud de no querer entrar en conflicto también es perjudicial. Permanecemos en una armonía artificial y engañosa. Esta pasividad suele estar provocada por el miedo a un conflicto agresivo y, en lugar de resolver el problema, lo deja sin resolver o lo agrava. Además, se generan resentimientos y frustraciones que acaban acumulándose y pueden explotar en un momento inoportuno. La relación también se ve perjudicada por esta falsa armonía.
Entre estos dos extremos, hay un continuo de comportamientos perfectamente aceptables que pueden ayudar a resolver el conflicto. Básicamente, es importante reconocer que cada uno de los participantes tiene un punto de vista diferente que es igualmente válido. Un poco como una pareja que baila una contra la otra. Si no se mueven, cada uno de ellos sólo verá lo que ocurre a espaldas de su pareja, pero no a sus espaldas. Sólo bailando, girando y alejándose el uno del otro podrán ver también el punto de vista del otro.
Así que vamos a bailar, y para resolver un conflicto, el baile tiene 3 tiempos.
Primero, YO.
El primer paso es explorar en profundidad nuestro propio punto de vista. Conectar con nosotros mismos para saber realmente lo que queremos, lo que buscamos y lo que esperamos de la relación.
Segundo paso: NOSOTROS.
Ahora es el momento de compartir puntos de vista. Y para ello, no debes dejar que tus emociones ocupen demasiado espacio y evita comportamientos tóxicos, como la crítica, el desprecio, defenderte, victimizarte o aislarte, enfurruñarte.
Evitemos generalidades como “siempre”, “nunca” o “como siempre”. Por ejemplo, si dices: “Nunca me haces caso”, estás atacando a la persona, estás siendo agresivo, estás siendo crítico. Sin embargo, si especificamos el momento, el contexto “ayer no me hiciste caso cuando te expliqué esto o aquello”, nos estamos quejando de un comportamiento concreto, y ya no estamos atacando a la persona.
Y antes de expresar nuestra opinión, nuestro punto de vista, escuchemos primero. Aprendamos a escuchar con sinceridad, atención y sin juzgar. Y la única manera de hacerlo es permanecer en silencio, hablando sólo para confirmar que hemos comprendido los pensamientos y sentimientos de la otra persona.
Por último, cuando nos toque hablar, debemos procurar que se escuchen nuestras propias necesidades y sentimientos.
Tercera etapa, LA RELACIÓN
La tercera etapa consiste en buscar un objetivo común. Podemos discrepar en muchos puntos, pero hay algunos en los que todos estamos de acuerdo. Este objetivo común es el faro que guiará la discusión. Una vez que estamos bien alineados en torno a este objetivo, la negociación se simplifica y podemos llegar a un acuerdo, a un compromiso y, sobre todo, a un compromiso concreto.
En conclusión, es importante resolver los conflictos. Los conflictos son los que nos permiten crecer y ayudan a que crezca la relación. Lo importante es el proceso de resolución, que debe basarse en una actitud constructiva, con empatía y un deseo real de llegar a una solución eficaz.
Como dice Patrick Lencioni: “Si los miembros de un equipo nunca se empujan unos a otros a salir de su zona de confort emocional durante las discusiones, es muy probable que no tomen las mejores decisiones para la organización. »
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Cadran ofrece apoyo específico a los directivos que desean superar y gestionar con éxito los conflictos.
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JEAN-FRANÇOIS LEVY
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Jean-François LevyJean-François Levy es Coach Ejecutivo Internacional con certificación ICF PCC, especializado en Liderazgo Colaborativo. Ayuda a directivos internacionales a "Tomar conciencia de sus talentos como trampolín para su realización personal y profesional...".
Franco-mexicano de nacimiento, ha desarrollado su experiencia en el desarrollo organizacional de PYMES y empresas familiares en México, donde reside desde el año 2000. Anteriormente, ocupó puestos de alta dirección en grandes empresas en Inglaterra, Francia y Brasil, y después como Director de Operaciones en una PYME familiar.
Con más de 30 años de experiencia en gestión intercultural y dominio de Co-CREATiVE Communication®, ayuda a los directivos a expresar su estilo personal de liderazgo adaptándolo a la situación cultural de su organización.